Los pacientes con cáncer a menudo
atestiguan la utilidad de la marihuana médica para ayudar a calmar las náuseas
y el dolor, pero no se dispone de evidencia sólida de su utilidad, dicen los
autores de un análisis exhaustivo del tema.
"La
marihuana en oncología puede tener el potencial de utilizarse como un
antiemético, para el dolor del cáncer resistente al tratamiento, y como un
compuesto antitumoral, pero se necesita más investigación en todos los campos
para definir claramente su utilidad", dijo a Medscape Medical News la
Dra. Tina Rizack, MPH, una oncóloga médica de la Escuela Médica Warren Alpert
de la Universidad Brown, Providence, Rhode Island.
La
marihuana médica ahora es legal en 23 estados de la Unión Americana y el
Distrito de Columbia, y hay buenas probabilidades de que a algún médico en
alguna parte del país se le pregunte en algún momento sobre ella. "Muchos
de nuestros pacientes piden autorizaciones para marihuana médica y preguntan
sobre la utilidad de la marihuana, pero no se dispone de análisis en la
literatura que sirvan de guía para conversar con ellos al respecto", dijo
la Dra. Rizack.
El
análisis de la Dra. Rizack y sus colaboradores, publicado en
versión electrónica el 17 de marzo en JAMA Oncology,
aborda la historia, los efectos adversos y los mecanismos de acción propuestos
de la marihuana y resume la literatura actual en torno al alivio de los
síntomas y la utilidad terapéutica en pacientes con cáncer.
Se
sabe que el cannabis tiene propiedades antieméticas, lo cual lo convierte en
una sustancia alternativa para tratar las náuseas y los vómitos provocados por
la quimioterapia, señalan los autores. Ha sido eficaz
"anecdóticamente" para suprimir la náusea anticipatoria. Sin embargo,
señalan que sigue sin aclararse el mecanismo de acción exacto.
"En
la actualidad no se dispone de estudios clínicos que comparen el cannabis
fumado con los antieméticos de primera opción actuales. No se recomienda como
un antiemético de primera opción", señalan la Dra. Rizack y sus
colaboradores.
Los
cannabinoides también se han estudiado por su potencial analgésico en el dolor
relacionado con el cáncer, en concreto, el dolor neuropático.
Sin
embargo, dado que en cada estudio se utilizaron diferentes preparados de
cannabis o delta-9-tetrahidrocanabinol (THC), el componente activo, "hay
insuficiente evidencia para recomendar cannabis o THC en el tratamiento del
dolor por cáncer como primera opción, pero los resultados parecen indicar su
utilidad como una medicación añadida", señalan los autores.
También dicen que se necesitan
más estudios clínicos que analicen los efectos del cannabis fumado y sus
derivados, como el THC, sobre el dolor.
Sin embargo, los autores del
nuevo análisis pueden ser ajenos al tema, señaló un experto que no intervino en
el artículo.
"Este
es un análisis muy superficial, pero puedo señalar una advertencia a tomar en
cuenta", dijo el Dr. David Casarett, a Medscape Medical News.
"Los autores proporcionan recomendaciones con respecto a si la marihuana
médica debiera ser el tratamiento de primera opción para estos síntomas, pero
en mi experiencia, no es la forma en que se utiliza".
El
Dr. Casarett es director de cuidados paliativos, Pen Medicine, es profesor de
medicina en la Escuela de Medicina Perelman en la Universidad de Pensilvania,
en Filadelfia, y es el autor del libroStoned: A Doctor’s Case
for Medical Marijuana (Panguen Random House).
"En
la investigación para preparar mi libro, hablé con docenas de pacientes, muchos
de los cuales tenían cáncer y todos me dijeron que recurrían a la marihuana
médica después que otros tratamientos habían fracasado. A veces estos otros
tratamientos no funcionaban, o a veces estos otros tratamientos les resultaban
inaceptables por sus efectos secundarios. Sin embargo, la evaluación de la
marihuana como tratamiento de primera opción plantea una pauta mucho más alta
que lo que considera la mayoría de los pacientes", dijo el Dr. Casarett.
"Creo que es plausible ―incluso
probable― que los pacientes puedan obtener ciertas ventajas de la marihuana
médica para algunos síntomas, sea además de los tratamientos de primera opción
o como segundas o terceras opciones, cuando fracasan los tratamientos más
habituales", sostuvo.
Seamos
honestos, para algunas personas la euforia de la marihuana es parte de la
atracción. Dr. David Casarett.
"Esta ciertamente no es la
única utilidad de la marihuana en pacientes con cáncer, y probablemente no sea
el beneficio más importante para muchos pacientes. Sin embargo, lo es para
algunos", puntualizó el Dr. Casarett.
"No apueste su vida a ello"
La Dra. Rizack y sus colaboradores
señalan en su análisis que hay cierta evidencia que indica que el cannabis
puede ser un compuesto quimioterápico potencial, pero que esta evidencia está
basada principalmente en modelos animales. "En la actualidad, es
insuficiente la evidencia que señala que el cannabis o el THC se debiera
utilizar por sus propiedades antitumorales fuera de un estudio clínico",
concluyen.
El
Dr. Casarett está de acuerdo y tiene una anécdota triste que lo respalda.
Comentó que habría que elogiar a los
autores por su advertencia de que la marihuana médica no se debiera utilizar
por sus efectos antitumorales". "Es verdad, hay cierto fundamento
científico interesante derivado de modelos animales, pero es demasiado
prematuro apostar la vida a ello. Al investigar para el libro Stoned,
hablé con una mujer joven con una forma de linfoma muy susceptible de
tratamiento que renunció a la quimioterapia y optó en cambio por el aceite de
cannabis. Murió unos meses antes de publicar el libro".
"En la actualidad, el cannabis
no es un medio principal de tratamiento de ningún cáncer o efecto adverso
relacionado con el tratamiento. Sin embargo, a medida que aumenta la
legalización, el acceso y la investigación sobre la marihuana, esto puede
cambiar", terminan diciendo la Dra. Rizack y sus colaboradores.
Los
médicos debieran estar preparados para las preguntas sobre esto por parte de
los pacientes.
"Los médicos ciertamente
necesitan estar preparados para hablar con sus pacientes en torno a la
marihuana médica. Aun cuando ejerzan en un estado en que no sea legal, sus
pacientes la están utilizando", dijo el Dr. Casarett.
Se
interesó inicialmente en este tema cuando un paciente le preguntó sobre ello.
"Resultó que la estaba utilizando diariamente, aun cuando yo ejercía en un
estado (Pensilvania) en que no es legal", dijo.
Sin embargo, esto puede cambiar
pronto. El 17 de marzo, los legisladores de Pensilvania en la Cámara de
Diputados aprobaron el
Proyecto de Ley 3 del Senado, que legalizaría la marihuana médica en el estado.
El Dr. Casarett también señaló que
los pacientes no se basan en los médicos para sus consejos sobre la marihuana.
"Necesitan un médico que les proporcione permiso para adquirir legalmente
la marihuana, pero en mi experiencia, la mayoría de los pacientes obtendrán
consejo en los dispensarios. Así que los trabajadores de dispensarios también
necesitan capacitación".
El Dr. Casarett dijo que muchos
pacientes recurren a la marihuana médica en busca de una sensación de control.
"No es sólo por las ventajas médicas, aunque estas sean reales. También es
la capacidad de ajustar su propio tratamiento para satisfacer sus necesidades.
Las personas que padecen enfermedades graves como el cáncer a menudo pierden el
control, y la capacidad para tratar sus propios síntomas ayuda a algunas
personas a recuperar un poco de control", dijo.
Referencias
1. 1.- JAMA Oncol. Publicado en línea el
17 de marzo de 2016.